miércoles, 20 de mayo de 2009

Shigurui


Los herederos de un monstruo, es en esencia como recuerdo esta serie.
Dos grandes genios de la espada que se enfrentan mutuamente. Premisa que desencadena toda la historia en una sola incógnita: ¿Que les pasó?. "Esas marcas son prueba de que han sufrido grandes batallas en su vida y que son poseedores de un espíritu indomable".

Kogan-ryu es el monstruo del que sus pupilos indirectos, (por que son alumnos de su alumno, osea en una segunda generación) he insisto en esta clasificación ya que este personaje bipolar que en ciertos momentos parece un anciano demente, con la razón destruida por los años y otros momentos es un siniestro político manipulador que ofrece el vientre de su hija al hombre que sea capaz de igualarlo. (claro que el no permitirá que nadie lo supere).

Ahora digo que sus herederos no son altruistas sino samurais con un ideal claro y una determinación firme, característica que les permitía ser entrenados en el dojo, pero la presencia del anciano catalizó dos de sus defectos en ellos: La soberbia de Irako de desenfreno en locura y resentimiento, y la seriedad inmutable de Fujiki se degeneró en frío desinterés por la vida ajena. "Cualidades" que el ojo del tigre ya gozaba en su ambivalente personalidad. "Pero el destierro de Irako no fue la caida de un guerrero, sino el nacimiento de un mostruo... no, de dos..."
En fin todos están enfermos en esa serie, como Mie en su periodo de anorexica o Iku y sus preferencias sadomasoquistas, etc.

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