miércoles, 25 de marzo de 2009

Lucky Star


Es una serie de “ànime” japonés que consta de 24 capítulos, y es innovadora en su narrativa porque no presenta ningún conflicto en la trama.

La protagonsta se llama Konata, es una adolescente de 17 años, cuerpo pequeño y largo pelo azul. Muestra su rutina de ir a la escuela, convivir con sus amigas, salir de compras, ver televisión y jugar videojuegos (por supuesto ella es otaku)*.

El recurso más importante es sin duda el diálogo, que en la serie se desarrolla en una conversación común donde cada quien opina, pero no se produce ninguna consecuencia, nadie encuentra la respuesta de su vida ni cambia su forma de pensar; toda la secuencia se queda en un simple comentario.

Muchas series que tratan sobre la vida cotidiana estructuran cada capítulo con un mini-conflicto y una mini-solución. Lucky Star es la excepción; por cada escena en la que se desarrolla una situación, la siguiente no le da continuidad, y en ocasiones ni siquiera comparten el tema. Frecuentemente, el papel principal se rola a una de las co-protagonistas (Megumi, Tsukasa y Miyuki) y con el paso de los capítulos a los personajes secundarios.

Un elemento atractivo es el clip final en el que los presentadores (Kogami y Minoru) cierran el episodio agradeciendo a los espectadores, recibiendo cartas y comentarios de chat, como si se tratara de una puesta en escena, incluso animan al claquetista y a los apuntadores. A lo largo de la serie, Kogami va mostrando su frustración como actriz al tener no tener otra opción que ser presentadora, a diferencia de Minoru que por lo menos aparece incidentalmente en cada capítulo.

La serie es muy arriesgada y aunque es una comedia con gags sueltos a cada rato, puede ser aburrida para un público alimentado de acción, por lo que sólo la recomiendo a quien acepte que su vida está hecha de rutina.

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